sábado, 4 de agosto de 2018

El Silencio

"En boca cerrada, no entran moscas" decía mi padre. ¿A una mosca no le agrada el silencio? supongo que hay personas que tampoco. El silencio es un paisaje sin ruido, un estado que omite la palabra, un diálogo muerto o interrumpido, una maravilla de evasión a nuestras propias voces. 

A veces se calla para evitar el conflicto con otro y uno se come el silencio como ensalada fresca o amargo café, alguien lo deglute o disfruta, lo padece o sufre, lo evade y llega. Somos o existimos a partir del ruido que hacemos, nuestra respiración, nuestros pasos, tienen un alma que suena en la vereda, escuchamos cierta música propia o del vecino, en el restaurante o en la esquina de la calle, e silencio se vuelve un privilegio en las grandes ciudades...¿no?

En la meditación se encuentra un silencio parcial, dejar de pensar, es dejar de decirnos, hacer que el silencio debajo del ruido florezca y sea uno con nosotros en el momento presente. Se dice fácil, pero el silencio no es fácil de "escuchar". 

Estamos locos por reducir el ruido mental, somos desquiciados sin wi-fi  pero no escuchamos la mudez de la belleza alrededor y el silencio ha quedado abandonado como un pueblo que todos dejan porque no hay música ni canto. Espero que las aves no guarden silencio, que la hojarasca siga siendo sonido bendito de nuestros pasos en arboles caídos, que la luna emita el grito cada noche como mujer en pleno orgasmo.


Piensa en un segundo, la última vez que te limitaste a callar y que deseabas decir mucho más a una persona y que no lo hiciste para no herir, el silencio se convierte en una herramienta para no golpear bajo, para no gritar todo lo que te causa enojo o excitación, frustración o lástima, lágrimas o risas y paradójicamente , puede ser ese silencio, nuestro peor enemigo en una relación. ¿Cuántas veces tu boca no dijo "te quiero"?¿cuántas veces tu boca no mencionó que esa persona que te hizo llorar es una mierda? ¿cuántas veces callaste porque era estratégico en tu trabajo?

Hay silencios prolongados e incómodos, largos y sugestivos. El peor es callar por imposición, callar porque no conviene tu voz, callar porque no puedes expresar la injusticia, lo triste en mi país México, es que te callen la voz para siempre y la impunidad se haga perpetua y callada como tu palabra.

Erling Kagge, editor, explorador , escritor y abogado noruego, fue a la Antártida en busca de su silencio, uno de los pocos sonidos por 50 días, eran sus pisadas sobre el hielo. Menciona entre otras cosas que "Los adolescentes no saben o que es el silencio, necesitan ruido constante a su alrededor, distracciones permanentes" y es verdad, en este mundo de interconexiones se nos agotan los momentos de silencio. Cuando bebes una copa de vino o de agua, café o lo que sea en buena compañía, no se soporta el silencio del otro, quieres saber qué piensa, qué mira, qué huele, qué desea...

Siempre habrá un momento en que debas o desees el silencio tuyo o de los otros, pero la vida te dará salud y enfermedad, dinero o pobreza, malos y buenos momentos, pero nunca te dará silencio, ese habrá que arrebatárselo como un caramelo preciado. Te reto a sentir el silencio una vez que termines de leer esto, ausentarte lo más que puedas de los silencios que tú provocas, te invito a irte del ruido y callar tu palabra en la mente y sentir su magia, la cercanía de ese silencio que quizá no exista. De hecho, este blog lo planee anoche en medio del silencio de la madrugada, sé que tengo mucho por decir y no encuentro el espacio para que este texto penetre los demás ruidos en tu día y posiblemente esta palabrería se quede en silencio en la web y tampoco me importa. 

Hay tantos bla bla bla que debieron quedarse en el clóset y hermosos poemas y ensayos que debieron tener voz y murieron a causa del silencio. Un hai ku, es quieto y silencioso, surge de la contemplación de la naturaleza, es un murmullo intangible, inaudible de tu voz callada y en calma.

Silencio de sol
lluvia de madrugada
en voz de agua.


Me quedaré en mi silencio para que te quedes en el tuyo y tendré la esperanza firme de un día hacer el amor y hacer el silencio.


María Cayo.











Todos tenemos algo qué decir, si es con una buena taza de café, lamentaremos llegar a la última gota.